miércoles, 24 de octubre de 2012

Y quizá un día te diga

Y quizá un día te diga,
porque me hace sentir bien,
pero porque te hago sentir mal.

Y quizá un día te diga,
porque no te puedo decir,
porque lo tengo pegado al cuerpo,
y lo pegado no se dice,
se dice lo despegado

Y quizá un día te diga,
que me quedó el cuero duro,
que donde tocás no lo soporto,
sos demasiado suave
y estoy demasiado dolido

Y quizá un día te diga,
que quiero que me toques,
que quiero no echarte cuando lo hagas,
que quiero sentirte pegada,
que no quiero sentirme pegado,
y quizá algún día te diga,
que no me despego
si no escribo

Mientras, seguís ahí.

Mientras seguís ahí,
esperando que te vea,
mientras seguís ahí,
sin encontrarte,
mientras seguís ahí,
sin saber dónde te dejaste.

Mientras seguís ahí,
sin saber cómo llegaste,
mientras seguís ahí,
sin saber dónde estás,
mientras seguís ahí,
sabiendo que estás
¿De donde sos te vas a ir?

martes, 11 de septiembre de 2012

A César, por Camilo.

Y no pudieron y tampoco van a poder.
Y no lo ven, porque a muchos de ustedes los tienen atrapados,
pero como él, se pueden escapar.
Se les escapó cuando quisieron reducirlo a un renglón,
encerrarlo en una palabra, como han hecho siempre.
Escribieron que lo detuvieron y que pudo escapar.
Eso es lo que más les duele, que pudo escapar.
Lo escribieron ustedes, se les escapó.
Y no quisieron que se les escape lo que escribieron.
Jamás van a poder reducir una subjetividad a una palabra.
Ni a dos.
Lo nombraron César González.
Se nombró Camilo Blajaquis






Operativo y detenidos por un secuestro

Cinco personas fueron detenidas ayer en el partido de La Matanza, sospechadas de formar parte de una banda que secuestró a un empresario brasileño. Los allanamientos fueron hechos en la villa Carlos Gardel, en El Palomar. La víctima había sido secuestrada el sábado y de rescate habían pedido 2.000 pesos. Finalmente el hombre fue liberado por la Policía. Pero los secuestradores pudieron escapar.

lunes, 18 de junio de 2012

Cuando te dejan sólo: Tiempo Argentino.

Para quienes dicen que Tiempo Argentino es nuestro, acá la demostración de que eso no es cierto. "Coopera" con nosotros.
La demostración la encontré en dos notas publicadas el día domingo 17 de junio, una en la sección "Investigación", donde denuncian el acatamiento por parte de un órgano de gobierno de los dictámenes de evaluación de Monsanto, jugador poderoso si lo hay, y que en el 2011 fue preciso de la huelga de hambre de un ingeniero forestal para que la Defensoría del Pueblo de la Nación avale su reclamo de modificar esos parámetros, aval que aún no cumple el Ministerio de Agricultura. ¿Para denunciar el poder de Monsanto se sirvieron de un órgano del Estado? El gobierno esa estrategia la utiliza mucho con el CELS. A través del CELS consigue los dictámenes de la CIDH, que le ordenan tomar medidas en materia de seguridad en la provincia de Buenos Aires.  Tiempo Argentino a veces también hace esto, pero ahí radica la diferencia de Garfunkel o Spolski con Verbistky, que es un militante. Su palabra es considerada en la soledad del gobernante. Como él reconoció, el mítico discurso de Righi salió de su puño. Leo a Verbistky como el Editorialista del kirchnerismo, que la nota "Camionazos", del mismo domingo en el que Tiempo publicó la editorial  a la que haré referencia,  es una respuesta al "Horacio por favor contá cómo fueron las cosas" que Cristina le solicitó. Nestor pidió Miradas al Sur. Convivo con esa fantasía. Pero que Tiempo trabaja para el gobierno, que no es parte, queda claro en la Editorial de hoy de Matías Garfunkel, coeditor responsable del diario, titulada "La soledad del gobernante".
Es cierto que el gobernante, sea el cuerpo éste que sea, las decisiones las toma en soledad. Esto no quiere decir que esté sólo o impermeable en el proceso de toma de decisiones, pero sí que existe "la soledad del gobernante". Si sabrá de eso nuestra compañera Presidenta, que se ha sentido sola. Sin Kirchner muchos nos hemos sentido solos en algún momento, sobretodo aquel 27 de octubre durante unos instantes. Cuando vivimos todos los que éramos, los que nos habíamos sentido solos, por Nestor, reconocimos todos los que éramos. Ahí también se produjo, la soledad del gobernante. Ese momento de absoluta soledad para la compañera, porque el duelo es propio, hay un duelo compartido, pero también un duelo propio, que voy a graficar con recuerdos que tengo de ese día.
Trabajaba en Unidad Ministro de Desarrollo Social, por lo que no hicimos la cola principal, sino que entramos por el ingreso para funcionarios, porque íbamos con la asesora. Nadie todavía de los que ingresaban se había permitido expresar lo que tenía dentro, por lo que la vimos antes de que se parara o mantuviera con gestos un diálogo, con algunos de los que se iban a despedir del líder y defender la soledad del gobernante. Era una imagen viva. Sin mover un sólo músculo de su cara, o quizá lo hacía detrás de los anteojos negros, acariciaba con suavidad el cajón. Su hijo detrás a un lado, su hija al otro, de pie junto a su madre, asistían al velatorio público de su padre, de su compañero, de su marido. La entereza de esa mujer no la he visto nunca en otra persona. "Fuerza, Cristina", "Fuerza compañera", "Te bancamos", era lo que el pueblo le gritaba. La soledad del gobernante. El encuentro del gobernante sólo con el gobernante, del gobernante, con el soberano. Soberanía es tomar decisiones en soledad, aunque incluyan a otros.
Tiempo Argentino ni es parte ni se siente parte de las decisiones de este gobierno, porque no lo hicieron nunca, porque no lo van a hacer con nadie. "Sólo la humanidad nos iguala y la libertad, adquirida sólo con una existencia digna y coherente (subrayado mío)" escribió Garfunkel. Esta afirmación sostiene que los seres no nacen libres, sino que la libertad es adquirida, y no se la adquiere de cualquier manera. ¿Cómo se la adquiere? Con una existencia digna y coherente. ¿Y quién dice lo que es una existencia digna y coherente? Porque sobre la existencia digna estamos de acuerdo, por eso somos partes de este Proyecto, pero tendríamos que conversar sobre la coherencia. ¿Coherentes con qué? "Es complicado evaluar las decisiones que cada hombre toma en la vida. Son decisiones que, de hecho, se toman a cada instante. Lo bueno o lo malo, respecto de una acción, está enmarcado en una moral cristiana, religiosa, no dentro de una moral ligada a la praxis social", firmó el editorialista. La coherencia de la no posición: la incoherencia. Tiene un costo evaluar las decisiones. Otra cosa es condenar las decisiones, son acciones distintas. La afirmación  sostiene "no tenemos nada que ver con las decisiones que toma el gobernante", porque las toma en soledad, que lo iguala a sólo. Lo bueno o lo malo, respecto de una acción, no tiene por qué estar enmarcado en una moral cristiana, ni religiosa, puede estar enmarcado así, pero también puede estar enmarcado de otra manera. El autor de la editorial elige introducir la variable religiosa cerca de la soledad del gobernante y su posición respecto a ella. Desde antes del cristianismo hubo una moral que se preguntaba respecto al bien, por lo que no es cierto que la pregunta sobre lo bueno o lo malo sea propia de las religiones. La muerte traza esa línea. "No soy quién para juzgar lo que el otro hace" es el reverso de "no son quién para juzgar lo que hago". Entre compañeros no hacemos afirmaciones de ese tipo, porque sí soy quién para juzgar lo que el otro hace, asumiendo la posibilidad de que mi juicio sea errado. 
"En relación a la vida, la mejor decisión que se puede tomar es, simplemente, existir. Si lo que el hombre elige no le lleva felicidad, entonces debe decidirse por otra cosa. En el mundo interior del ser brota el amor. De allí mismo brota el odio, que es parte del amor. Sin riqueza material es posible encontrar la felicidad", firmo el coeditor responsable del diario. ¿Qué lugar tendrá en los lectores palabras de este tipo? ¿Lectores de Tiempo Argentino también ven a Claudio María Domínguez? "La mejor decisión que se puede tomar es, simplemente, existir" ¿Cómo? El autor introduce una discusión sobre la existencia, lo que debemos considerar, ya que abre la posibilidad de reflexionar sobre las acciones del hombre y sus límites. Aporta con sus lecturas de Sartre, al que le hizo decir, como no cita no puedo afirmar que Sartre haya dicho ello, "Sartre señala que para ser feliz se debe amar lo que se hace, pues la felicidad no está en lo que se tiene, sino en lo que se ama hacer. Las balas de los malvados quedan envainadas en sus propios odios y jamás podrán llegar a los hombres felices." Recupera la palabra malvados. El gatillo fácil no le llegó a ningún hombre feliz. ¿Amar todo lo que se hace? ¿La felicidad no está en lo que se tiene? ¿No es que los no tienen nada son infelices? ¿Dónde está el otro en este amar que propone?
La impronta religiosa del discurso de Garfunkel no es un problema, aunque el niega lo religioso al decir  "mi planteo no es moral y religioso", claro que sí, lo es. El problema no es que sea religioso, sino desde qué lado encarna el discurso religioso, porque tanto cura encarnó e hizo cuerpo el discurso religioso de nuestro lado. El discurso religioso es efectista, produce efectos. Acierta, echemos una mirada en Brasil, en Avenida Corrientes o cualquier localidad. Hay discurso religioso en la solidaridad y discurso religioso individualista. "La mejor decisión que se puede tomar es existir", las decisiones se toman sólo según el autor, nadie te puede juzgar por lo que hacés, porque yo no soy quién para juzgar las decisiones del gobernante, y nadie es quién para juzgarme.

¿Es un aviso?

lunes, 14 de mayo de 2012

Lacangustia

Me protegeré así
de una forma indeleble
loco
, por así decir,
un interpretante.
comprometerme
en el terreno de hacer comprender
apelaré
,hay límites de la comprensión
la angustia
para-
normal
una experiencia
más periférica
Es preferible advertir
a quienquiera que fuese
no debe creer
demasiado
en aquello que puede comprender
Yo estoy
muy lejos
de negarme
Ya se lo he dicho
Es en el plano
de lo que le falta
sin que él lo sepa
donde estoy
concernido
del modo que más se impone,
porque para mí
no hay otra vía
para encontrar
lo que me falta
Por eso
para mí
no sólo
no hay acceso
a mi deseo
Al exigir
ser reconocido,
allí
donde no soy
reconocido
sino como objeto.
Obtengo lo que deseo,
soy objeto,
y no puedo soportarme
como objeto.
No puedo soportarme
reconocido en el mundo.
El único modo
de reconocimiento
que puedo obtener.
Ya no hay más
mediación
que la de la violencia.

Este poema fue hecho con lo que quedó del seminario de La Angustia de Lacan en la edición de Paidos

martes, 17 de abril de 2012

YPF se dice de otra manera


El discurso pone a disposición lugares para habitar. Habitar es un lugar donde existir. Cuando se considera que hay quienes habitan en la pobreza, se constituye la pobreza como lugar, como destino a habitar, el cual se puede habitar de distintos modos. Al escribir pobreza creo un lugar a algo. ¿A qué?
La manera en la que nos referimos a la realidad, da cuenta de la manera en la que habitamos el discurso. Lo mismo hacemos cuando escribimos. Cuando leemos tenemos la posibilidad de saber desde que lugar se hace y qué se deja afuera de los lugares que se construyen, porque sabemos que todo no entra en una palabra.
Escribimos pobreza, no escribimos explotación, porque explotación crea un lugar muy chico. La explotación produce lugares para pocos, termina dejando mucho afuera Con la palabra explotación, pasa lo mismo. Se puede hablar de eso desde la injusticia social, aunque algunos ni siquiera puedan y eligen, para hablar de la injusticia social, hablar de pobreza. De pobreza se habla desde hace tiempo en muchos lados.
Hay palabras a las que les sacaron lugares y las mandaron a lugares reducidos, para debilitarlas. Las palabras se hacen fuertes cuando posibiltan muchas acciones.
El documental "4 de julio", sobre la masacre a los curas palotinos,  muestra a quien fuera seminarista y que se había formado con los curas desaparecidos, mirar un video en el que se proyecta un discurso y decir:  "Hay palabras que han salido de circulación, liberación, sobernaía, opresión"
Algunos escribimos para recuperar lugares. Lugares que nunca debimos perder como posibilidad donde habitar. Un espacio donde habitar tiempos como estos, donde reaparece la palabra expropiación como lugar donde habitar soberanía. YPF es otra palabra, ahora da lugar al Estado, nacional y los provinciales. Lo hecho por el Gobierno Nacional con YPF, pone al Estado en el lugar del que lo habían sacado, posibilitando que se llegara a este déficit energético. Si comprando energía hicimos todo esto, sólo profundización encontraran por este camino.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Los padres esperan.


El proyecto de reforma del Código Civil, con las correspondientes modificaciones a la Ley de adopción que pronto serán votadas en el Congreso de la Nación, debe servirnos para pensar quienes tenemos poder en los procesos judiciales filiatorios, si también tenemos algo que ver con las demoras en los tiempos de adopción, razón por la cual es necesaria una nueva ley.

La familia, que promueven fortalecer los Estados modernos, es una institución con la que todos nos relacionamos de alguna manera y, quizá, sin pensar la lógica de su funcionamiento. De la familia se espera que actúe bien. El art. 646 a) del Proyecto de Reforma del código civil, establece que “es deber de los progenitores cuidar del hijo, convivir con él, prestarle alimentos y educarlo”, y en el art. 647 “Se prohíbe el castigo corporal en cualquiera de sus formas, los malos tratos y cualquier hecho que lesione o menoscabe física o psíquicamente a los niños o adolescentes. Los progenitores pueden solicitar el auxilio de los servicios de orientación acargo de los organismos del Estado.” Estos son deberes y obligaciones de los progenitores. ¿Pero qué pasa cuando no los cumplen?


Poder soberano


Foucault investigó a través de “El poder psiquiátrico” la lógica del  poder disciplinario, surgido en tiempos del poder soberano, dando cuenta de la relación de la familia con estos, ubicando a la misma dentro de la lógica de este último tipo de poder. Según el también licenciado en psicología francés, el poder soberano tiene tres caracteristicas: “una relación de poder que liga al soberano y al súbdito según un par de relaciones asimétricas. Por un lado la sustracción, por otro, el gasto;”(1) […] “lleva la marca de una anterioridad fundadora. […] El hecho de que toda relación de soberanía se funde en una anterioridad y se reactualice a través de una serie de gestos más o menos rituales se debe a que, en cierto sentido, es intangible y está dada de una vez por todas, pero al mismo tiempo es frágil, siempre susceptible de caducidad, de ruptura.  […] para que esa relación de soberanía se mantenga efectivamente, siempre existe la necesidad de cierto complemento de violencia o cierta amenaza de violencia que está por detrás de esa relación, que la anima y la sostiene”(2). La última característica de las relaciones de soberanía, es que “no son isotópicas.”(3) “La familia, en cuanto obedece a un esquema no disciplinario, a un dispositivo de soberanía, es la bisagra, el punto de enganche absolutamente indispensable para el funcionamiento de todos los sistemas disciplinarios.”(4)
Se espera que esos progenitores cumplan con lo exigido. ¿Pero qué pasa cuando no sucede?  “Cuando la familia se hace trizas, cuando deja de cumplir su función, no tarda en introducirse – y esto se advierte con mucha claridad también en el siglo XIX - toda una serie de dispositivos disciplinarios cuyo papel consiste en mitigar sus flaquezas: aparición de las casas para niños expósitos y los orfelinatos, apertura entre 1840 y 1845 de un conjunto de hogares para delincuentes juveniles, lo que se llamará infancia en peligro”(5), nos dice Foucualt y es ahí cuando los profesionales somos convocados. “Aquí tenemos entonces, toda una suerte de trama disciplinaria, que se precipita (subrayado mío) cuando la familia falla y constituye, por consiguiente, la avanzada misma de un poder controlado por el Estado en los casos en los que ya no hay familia; pero esa avanzada […] no se hace jamás sin referencia a ella ni sin un funcionamiento cuasi familiar o pseudofamiliar.”(6) A esa precipitación, Foucault la llama “función psi”, la cual puede ser ejercida por todos aquellos que interviene en representación del Estado cuando la familia falló. ¿Hay familias que no fallan?

El cerco por la escritura.

"Lo único que tiene que hacer un padre por un hijo es esperarlo”, dijo Kafka y lo comparto, agregando que es lo mismo que tiene que hacer una madre, esperar por un hijo. La familia no es el único modo de organización social en la que han podido ser recibidos los recién llegados al mundo, pero es la que prima en nuestra cultura y la que el Estado exige. La valoración moral de la familia está plasmada en las distintas culturas y sus leyes. Haber sido dado en adopción es considerado, generalmente, una desgracia, aunque quienes vieron la película “Ser digno de ser” lo pueden considerar una salvación. A los de África se lo permiten. En la Argentina hay muchos niños esperando padres y muchos de esos niños están esperando porque hasta que este gobierno derogó la Ley de Patronato, los jueces, con sus equipos interdisciplinarios, decidieron que no tenían buenas familias, por lo tanto había que garantizarles a esos niños un buen hogar, y los mandaron a uno de esos tantos hogares que Favio nos contó que conoció en “Crónica de un niño solo”, obra que creo fue posible porque hubo en su historia alguien que actuó como el hombre de la última escena: ponerlo en el lugar de que él también podía, mientras el niño pobre deseaba un caballo que soportara el peso de andar con su cuerpo.
Se es padre o no. Se exige que haya padres. ¿Por qué entonces la barita del buen padre? Los padres deben sostener a los hijos. ¿Pero qué sostiene a los padres? Quienes tenemos poder de voz a través de informes, solicitados por un juez, sobre quiénes pueden ser padres y quienes no, podemos rechazar como futuros padres a personas que hacen o hicieron lo que tantos padres de  universitarios. Tenemos el poder de privar a un hijo de un padre, porque no es como nos parece debe ser.
Mientras se sostiene, desde la ley, la importancia de la familia, a algunos se los deja sin quien cumpla las funciones que se esperan de ella. La sociedad promueve eso. Lo importante es tenerla. Sostenerla es el peso. Un padre se sostiene solo, o eso se espera. Muchos de los que no pudieron sostenerse en el lugar de los padres esperado durante los 90, repitieron la violencia vivida, sobre sus hijos. Recuerdo año 2002 en la Villa 31 bis, una madre que me decía “le pego porque no soporto no poder darle una respuesta a su demanda insistente de qué vamos a comer. Qué vamos a desayunar, qué vamos a almorzar, qué vamos a cenar. ¡No lo soporto!”  Donde se termina la palabra, comienza la violencia y también la locura. Sabemos que no sólo los hombres les pegan a los chicos. La violencia se aplica sobre el más débil, no por género y por eso.


Los que no pudieron ser


Por eso me parece muy valioso que el proyecto enviado al Congreso en el artículo sobre los malos tratos incorpore la importancia del auxilio del Estado, para que aquellos que mal tratan a sus hijos sin desearlo, tengan un espacio donde haya lugar a su deseo. Como dijo Freud, hay quienes repiten activamente lo vivido pasivamente y, agrego,  hay quienes piden castigo por esta repetición. Muchos de esos padres a los que hoy se juzga, acertadamente, de violentos son muchos de esos chicos a los que les justificamos sus conductas violentas por su historia de vida. La violencia es un modo en el que la Historia se muestra y que no se quiere ver, y está bien que así sea, pero la respuesta no puede ser sólo punitiva. Porque si cuando la juventud  marginal actúa violentamente para adquirir aquello que considera que el corresponde, no queremos que vayan presos. ¿Por qué hay quienes piden prisión si el mismo procedimiento lo aplican sobre sus parejas? Hay quienes no pueden ser, sobre quienes  Zaffaroni nos habla: “Los seres-siendo que no pudieron seguir siendo: El ser humano (el Dasein del Heidegger de la antropología filosófica) es un ser-siendo, y los que nos interesan en nuestra materia son únicamente los seres-siendo que no pudieron seguir siendo, porque lo impidió violentamente alguien (o muchos)”(7)  ¿No será por falta de otros que esperen de nosotros, lo que se espera que esperen los padres, que pasa mucho de eso? La espera reconoce la dimensión del tiempo, historiza, dibuja un futuro deseado en el horizonte para aquel que anda por el mundo. “Qué podés esperar de estos pibes” escuché tantísimas veces en mi trabajo con jóvenes de barrios marginales. Una marca del fin de esa época es la acertada publicidad de la AUH, en las que muchos niños pudieron volver a decir “yo quiero ser” porque hay quienes sostienen esa espera.
A los profesionales el Estado nos da la posibilidad de evaluar quiénes pueden ser padres, no buenos padres. Con un mal padre se puede hacer algo. ¿Qué hacer sin padre cuando la sociedad obliga a tenerlo?
1. “El poder psiquiátrico” M. Foucault. Pág. 62.
2. Ibid. Pág.63
3. Ibid.
4.  Ibid. Pág.105
5.  Ibid. Pág. 108
6. Ibid. Pág.110
7.  La palabra de los muertos” Raúl Zaffaroni. Pág.15

viernes, 23 de marzo de 2012

Textos de Lacan



Versiones bilingües / Versions bilingues


Aquí encontrará diversos textos de Jacques Lacan en versiones bilingües preparadas por miembros de la École lacanienne de psychanalyse.

http://www.ecole-lacanienne.net/bibliotheque.php?id=17

Vous trouverez ici divers textes de Jacques Lacan dans ses versions bilangues, préparées par des membres de l'École lacanienne de psychanalyse.

Ouverture de la Section Clinique / Apertura de la Sección Clínica de Jacques Lacan - 5 janvier 1977

Conferencia de J. Lacan, pronunciada en el Museo de la ciencia y la técnica de Milán, el 3 de febrero de 1973 / Conférence donnée au Musée de la science et de la technique de Milan, le 3 février 1973

Homenaje a Lewis Carroll / Hommage rendu à Lewis Carroll - 31 décembre 1966

Los matemas del psicoanálisis / Les mathèmes de la psychanalyse - Paru dans les Lettres de l’École, 1977

Palabras sobre la histeria / Propos sur l'Hysrtérie - 26 février 1977

1977-09-25: Clôture des journées de l´École freudienne de Paris / Clausura de las jornadas de la École freudienne de Paris

jueves, 22 de marzo de 2012

Trieste: el difícil encuentro entre psicoanálisis y peronismo


Llegó correspondencia de Trieste: una pérdida. Un aporte. La muerte del compañero Rafaelle Dovena. Incansable mujeriego luchador por la reforma psiquiátrica italiana, y como buen internacionalista: cuando no entraba por doctrina, invitaba un café en algún bar porteño.  A él tampoco le entraba el psicoanálisis, como a Basaglia y tantos triestinos, según cuenta  Uno. La boca que elegí para gritarlo, como diría Wittgenstein, fue la de los lacanocookistas. Su alegría me posibilitó hacerlo, pensar, pero también reír, como él hacía. 
Acá la verdadera historia del ingreso del psicoanálisis al peronismo.  

El ingreso de Perón al psicoanálisis. ¿Freud usó a Mussolini para ello?
La culpa siempre es del padre (del paciente).

Siguiendo la bella lengua, por lealtad al significante, hoy les queremos hablar de aquel delegado del líder del que no se habla, ni se conoce mucho sus libro: Edoardo Weiss, difusor de la palabra de Freud en Italia. A precoup, en 1908, Freud se entera por Weiss del ingreso del psicoanálisis a Italia, por TRIeSTE. Ciudad líder de la desmanicomialización disputada y origen del contacto de Perón con el psicoanálisis, de donde tomó los significantes que marcaron la estructura de nuestro movimiento. Espacio siempre en disputa, “originalmente fue un asentamiento ilírico,  más tarde estuvo controlada por los carnios. Desde 177 a.C. Tergeste (Regio X Venetia et Histria) estuvo bajo poder romano (terg es un término céltico que significa mercado). Le fue concedido el estatus de colonia por Julio César, quien menciona Tergeste en sus Commentarii de bello Gallico (51 a.C.)”
La bella lengua que se repite, la más maravillosa música para Freud. Quiso el azar que un oyente y analista de esa lengua, entrara en Italia en contacto con el psicoanálisis: Juan Domingo Perón. Ante tanto tilingo gorila, que nos recuerda los contactos de nuestro líder con Mussolini, les queremos decir ¡Sí! ¡Gracias al libro que le dedicó Freud al Duce hoy somos los que somos!
Comencemos por indicar, que la historia no es como la cuentan. La versión que circula, se la debemos al alcahuete de Jones, que como todo alcahuete medio dice. Compartiremos la verdad del testigo que presenció el momento en que Freud cedió el objeto. Siempre hay que ceder, enseña el líder. Como observarán, la responsabilidad de un padre posibilitó ese encuentro.  Gracias a la serie que Oscar Masotta, Otro leal, dirigió en la editorial Gedisa, accedimos a “Problemas de la práctica psicoanalítica. Correspondencia Sigmund Freud-Edoardo Weiss”. Aquí las pruebas:

“En el año 1933 –aún vivía yo en Roma- se produjo un incidente al cual ya Ernest Jones ha aludido en su biografía de Freud. Quisiera aprovechar aquí la ocasión de rectificar algunos hechos. Tal como solía yo hacerlo de vez en cuando, había llevado de consulta a Freud, en Viena, un paciente muy enfermo. El padre del paciente nos acompañaba; era un amigo íntimo de Mussolini. Después de la consulta, el padre le pidió a Freud un regalo par Mussolini y le rogó le regalase un libro suyo con una dedicatoria. Mi turbación era grande, pues entendía que en estas circunstancias Freud no podía negarse. Se sentía obligado a acatar el pedido, tanto por mí como por la Asociación Psicoanalític Italiana. El trabajo que escogió, quizá con intención, fue Warum Krieg? (¿Por qué la guerra?) – un intercambio epistolar con Abert Einstein.
Más tarde conté a Jones este episodio y le rogué con insistencia no publicarlo.  A pesar de lo cual, la anécdota halló su camino en el tercer volumen de la biografía de Freud por Jones. La dedicatoria ha sido traducida al inglés del siguiente modo: “From an old man who greets in the ruler the Hero of Culture”. Es preciso advertir que esta dedicatoria fue escrita aludiendo a las grandes excavaciones arqueológicas que Mussolini propiciaba en aquel momento. Freud se interesaba mucho por estas excavaciones.
Gracis a los esfuerzos del secretario del “Sigmund Freud Archiv”, Dr. Kurt R. Eissler, h sido posible después de largas búsquedas hallar en los archivos centrales del estado, en Roma, el mencionado ejemplar de Warum Krieg?
El texto original es diferente del reproducido en la edición alemana de la biografía de Jones y dice literalmente “Benito Mussolini mit dem egebenen Gruss eines alten Mannes, der im Machthaber den Kulturheros erkennt. Wien, 25. April 1933 – Freud” (A Benito Mussolini, con el cortés saludo de un anciano que reconoce en el soberano al héroe cultural. Viena, 26 de abril 1933 –Freud.)[1]  

Weiss nos dió el padre que posibilitó la introducción de Perón en el psicoanálisis. Cuando Perón se fue a Italia estudiar, aquel joven militar asistió al seminario ¿Por qué la guerra?, que dictaba el Grupo de Orientación Universal (GOU), en la biblioteca del Duce. Aquel inquieto estudiante se interesó por un texto que encontró, sin buscar, en la sección libros dedicados, que Mussolini había mandado a ordenar. Einstein y la guerra en un mismo tomo, valían leer a aquel desconocido Sigmund Freud. Aquella introducción, en el que un viejo que desde el extranjero reconoce al soberano como héroe cultural, lo llevó a transformarse en un especialista en “Psicología de las masas y análisis del yo”.

“Si nos vamos a quedar con los mejores, vamos a ser poquitos”, dijo el líder del movimiento y Weiss se autorizó a salir a armar. Freud reconoció en el italiano a un representante de la representación y lo constituyó como su delegado en el exilio. Weiss podía a hacerle decir al líder lo que quisiera. Recordemos que esto sucedía, mientras dentro del movimiento psicoanalítico, confrontaban dos posiciones: una, que prefería operar en espacios reducidos, y la otra, que era la de Freud, que proponía un diálogo abierto, público, recuperar el ágora.
La siguiente carta lo evidencia.

 “7-7-1935
Viena XI, Berggasse 19 XIX, Strassergasse 47
Querido doctor
También pienso  que ha hecho usted bien en consultar al ministro y espero que su iniciativa tenga resultados favorables. Espero que me comunique lo que ocurra.
No se haga problemas con las observaciones de Hitschmann sobre la agorafobia, exorcizadas desde un remoto pasado. Utilice, sin citarme, lo que le pueda servir, y deje el resto de lado. Ya no sé si he dicho realmente estas cosas, y tampoco concuerdo ya hoy con todas.
Fragmentos de discusión no publicados no obligan a nada. Le deseo mucho placer en la hermosa Viareggio, donde una vez pasé también una temporada de baños y pescaba cangrejos.
Cordialmente.
Suyo, Freud.”[2]

La lealtad al significante de este hombre, Freud, Weiss y Masotta, permite que podamos acceder a esta clase magistral de conducción política, que evidentemente Perón ubicó en la dedicatoria.  Esta carta demuestra cómo crece fuerte un movimiento: con un líder que diga una cosa y otra y según el día o el momento, está de acuerdo con unos u otros, porque lo importante es cómo actúa. Un líder que se ofrece como objeto de goce, “utilice de mí lo que pueda servirle y deje el resto de lado”. ¡Todo no! La sólida raíz del no todo movimentista.
Vemos cómo Freud responde a las versiones que circulan: “Fragmentos de discusión no publicados no obligan a nada.” El conductor del movimiento del que formamos parte, nos enseña que lo que cuenta es la marca de la letra, de ahí la importancia de las veinte verdades del lacanocookismo. La carta muestra el rasgo del primer trabajador, el primero que opera o rasgo unario.
Era difícil publicar textos sobre psicoanálisis, para Weiss, por eso la alegría de Freud al enterarse que lo había conseguido, así poder difundir la palabra del movimiento. Freud era el primero en querer sumar, de ahí el más uno, al que tenía más cerca o les quitaba algo que aporte a la causa. De sus hijos los escritos sobre la guerra. A Anna la reconoció como psicoanalista.

“1-XI-1935
Viena XI, Berggasse 19

Querido doctor

Me alegro de que usted me pudiese dar mejores noticias sobre el futuro de sus publicaciones. En cuanto al análisis de su prometedor hijo, es sin duda un asunto delicado. Con un hermano menor sería más fácil, con la hija propia me ha salido bien, con un hijo merece reflexión.
No es que quiera advertirle directamente de un peligro; todo depende evidentemente de las dos personas y de su relación recíproca. Usted conoce las dificultades. No me asombraría que usted tuviese éxito a pesar de todo. Es una decisión difícil para un extraño. No se lo aconsejaría, y no tengo el derecho de prohibírselo.
Con un cordial saludo
Suyo, Freud”


De esta manera, queremos cerrar por hoy, aunque quizá publiquemos en unos minutos otra cosa, las discusiones sobre a quién sí y a quién no podemos hacer acceder a la verdad. Se puede sumar hermanos, hijas e hijos, si se desea. A sumar y construir, a no quedarse con los mejores, porque no traen a nadie.


[1] “Problemas de la práctica psicoanalítica. Correspondencia Sigmund Freud-Edoardo Weiss”. Ed. Gedisa. 1979. P-39 y p 40
[2] Idem. P 102

sábado, 3 de marzo de 2012

Alfredo Kraut y los derechos de los pacientes

A continuación, una nota de Alfredo Kraut, Secretario General de la Corte Suprema de Justicia, del año 2004, pero que, tristemente, está llena de actualidad.

"No basta con refaccionar instituciones de encierro. Existen una ley y un decreto, casi desconocidos y menos aplicados, que alientan una verdadera defensa de los derechos humanos de los asistidos.
Alfredo Kraut DOCENTE FACULTAD DE DERECHO, UBA
Clarín

28.07.2004

Pocos meses atrás, la prensa informó que "por primera vez en veinte años", el Gobierno de la Ciudad disponía de un plan para refaccionar sus institutos mentales (Moyano, Borda, Alvear y Tobar García). La financiación de las obras —por 26,3 millones de pesos— estaría apoyada por el BID (Clarín, 30/12/03).
En lo inmediato, es preciso mejorar las condiciones de hospitalización de los pacientes mentales. Sin embargo, con tal mejora, el Estado sólo parece empeñarse en fortalecer el hospitalismo, patética condición descalificada por científicos y expertos. Entonces, ya mismo, en la Ciudad de Buenos Aires habría que iniciar el paralelo cumplimiento de la Ley local Nø 448, cuyas normas generales y reglamentación van justamente en sentido contrario, hacia la deshospitalización.
Dice la Constitución de la Ciudad: "Las políticas de salud mental reconocerán la singularidad de los asistidos por su malestar psíquico y su condición de sujetos de derecho, garantizando su atención en los establecimientos estatales. No tienen como fin el control social, y erradican el castigo; propenden a la desinstitucionalización progresiva, creando una red de servicios y de protección social".
Por añadidura, la Ley de Salud Mental Nø 448 (julio de 2000), inscripta en los lineamientos constitucionales y en la Ley básica de Salud (Nø 153), define los derechos humanos y las garantías de las personas asistidas, oponiéndolos tanto a los matices discriminatorios como a la estigmatización y/o exclusión de personas por la sola falta de su padecimiento psíquico.
Fundamentalmente, la Ley 448 (cuyo decreto reglamentario suscribió el jefe de Gobierno el 22/04/04) tiende a alentar la desinstitucionalización, la rehabilitación y la reinserción social de los pacientes. Se orienta a implantar un sistema de prevención, promoción y protección de la salud mental, propone transformar el actual modelo hospitalocéntrico y favorecer iniciativas que tiendan a prácticas comunitarias (libertad con dignidad). Asimismo, integra a los profesionales en equipos multidisciplinarios de salud mental, equiparando los títulos de grado en iguales jerarquías (competencias) sin desconocer los saberes específicos (incumbencias).
Pero ley y decreto son aún desconocidos por la mayoría de los profesionales, la comunidad y, especialmente, los usuarios.
Entre tanto, miles de pacientes mentales siguen aguardando, pasiva y estoicamente. Ellos se cuentan entre las personas más desvalidas, que por añadidura enfrentan la discriminación. Por lo común, estos pacientes no son hábiles por sí mismos para luchar por lo que la ley ya les reconoce. Esto conduce a que se violen sus derechos humanos —en especial si se trata de pacientes pobres—, sin que los responsables sean sancionados.
Las personas con problemas mentales parecieran carecer de importancia política, y en la puja por obtener tiempo y recursos, luchan —en desventaja— con otros problemas acuciantes. Incentivan su desamparo los intereses que se benefician con el negocio de la locura, algunos claramente ilíci tos. Está demostrado, sin embargo, que el costo de cada cama en el sistema público hospitalario es muy elevado, más de lo que insume una correcta atención extrahospitalaria en la comunidad.
Todos involucrados
La OMS preconiza la urgencia de proveer a la salud mental de la mejor atención y de entornos comunitarios. E insiste en que se trata de un tema intersectorial que involucra no sólo a los profesionales sino a los familiares, educadores, empleadores, gente de los servicios sociales y la justicia penal.
El derecho clásico vigente sólo protege al enfermo mental con patrimonio. ¿Tienen derechos humanos los locos pobres? En la práctica, evidentemente, no. Actualmente la reclusión forzosa es un mero trámite administrativo que dispone una internación civil involuntaria de personas que no han cometido ningún delito y que, luego de hospitalizadas, la sociedad olvida.
Ante esta realidad, la OMS afirma la imprescindibilidad de una ley marco que proteja los derechos humanos de los pacientes y que provea de estándares a las legislaciones provinciales o locales. Las consultas y negociaciones para el cambio importan no sólo al proyectar la legislación, sino también para su cumplimiento, lue go de ser aprobada.
Nuestro país carece de tal ley modelo. Sin embargo, algunas provincias —entre otras San Luis, Río Negro, Mendoza—, desde diferentes enfoques teóricos muestran el intento de transformar un sistema basado en el papel hegemónico del hospital psiquiátrico (manicomio).
Muchos manicomios judiciales ("locos delincuentes") son depósitos de abandonados por sus familias, los propios jueces y otros funcionarios. Reciben sólo fármacos, no tratamiento. La gran mayoría están encerrados porque los magistrados dispusieron —frecuentemente de manera burocrática— que son "peligrosos" (situación de escasa ocurrencia, pero que influye negativamente en las normativas).
Así, los destinatarios de la tutela, personas afectadas por problemas mentales, incapaces de piquetear, son ignorados. Para los más, no existen. Y ahora, en lugar de tender a desinstitucioanalizarlos, se contraen deudas estatales para "mejorar ediliciamente" instituciones que evocan encierro, maltrato, desesperanza. Cabría, empero, preguntarse si el Gobierno no temerá el costo político que implica impulsar verdaderas prácticas comunitarias —pacientes mentales en en el vecindario— ante los mitos sobre los males mentales.
Es el motivo para defender el cumplimiento de la Ley 448. Su derogación o declaración de inconstitucionalidad significaría un amargo retroceso"

viernes, 24 de febrero de 2012

Me hago cargo.

50 muertos, casi 700 heridos y miles de familias afectadas, fue otra de las consecuencias de haberle quitado al Estado responsabilidades que nunca debió haber delegado. La descentralización neoliberal trajo como consecuencia el asimétrico e injusto sistema público de salud y educación, por dar un ejemplo. A los Estados locales les transfirieron las responsabilidades, pero no los recursos. A las empresas privadas les transfirieron los recursos y los subsidios. La perversión del ideal se dio en todos los sectores, posibilitó que un gremio que nunca debió abandonar la fraternidad, tenga a Pedrazza de Secretario Sindical, preso por el asesinato de Mariano Ferreyra. Todavía quedan restos poderosos de la fiesta menemista. “Esa bala rozó el corazón de Nestor” le dijo nuestra presidenta a quien fuera fiscal del caso del compañero muerto, cuando le ofreció el cargo de subsecretaria de seguridad, que hoy ocupa.


Queda mucho por transformar y para pensar al respecto, quisiera articular algunos aspectos sobre el Estado, que desató este triste episodio, con lo que dijeron dos compañeros: Carlos “El Chino” Zannini, Secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, en Debates y Combates, un encuentro organizado por la Secretaría de Cultura de la Nación, y Álvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia, en la conferencia que dio al recibir el Honoris Causa de la Facultad de Sociales de la UBA sobre “La construcción del Estado”. Ambos consideran que la participación política posibilitó el mejoramiento de la calidad de vida de sus pueblos y les dio la fuerza para poder confrontar contra los poderes supraestatales, deseosos de un Estado con la mínima injerencia posible, que deje en el mercado la regulación de la producción.


A continuación copiare afirmaciones realizadas por los compañeros, les pido tengan en cuenta la advertencia de García Linera “por respeto a la Universidad y a las personas que han sido tan amables de invitarme, voy a moverme  parcialmente en un lenguaje académico”

CZ: Nosotros, los que estudiamos en la Argentina en la década del 70 u 80, hemos recibido una información que trata de que veamos en el Estado un "cuco" que le va a hacer mal al ciudadano. Y esa realidad, que era un poco hija de aquella lucha contra el feudalismo, de la burguesía, tiene hoy una característica. Ha habido un fenómeno de empequeñecimiento de los Estados frente a las corporaciones, que es una característica actual. Ni Estados como en los Estados Unidos, ni toda la Comunidad Económica Europea, pueden desde el Estado imponerles a las corporaciones financieras ningún tipo de conducta. Son como hojas al viento ante la voluntad de esos poderes concentrados.”

GL: La globalización significa evidentemente un proceso de mutación, no de extinción de los procesos de soberanía política. No estamos asistiendo a una extinción de la soberanía, sino a una mutación del significado de la soberanía del Estado. Igualmente, lo que estamos viendo en los últimos 30 años es una complejización territorial de los mecanismos de cohesión social y de  legitimación social. Podemos hablar de una bidimensionalidad estatal y supra estatal de la regulación de la fuerza de trabajo, del control del excedente económico y del ejercicio de la legalidad. En otras palabras, hay y habrá Estado, con instituciones territoriales, pero también hay y habrá instituciones de carácter supra territorial que se sobreponen al Estado. (…) En América Latina, en Argentina, en Bolivia, esta tensión entre reconfiguración de la soberanía territorial del Estado y existencia y presencia de ámbitos de decisión supra estatales lo vemos a diario. Pero a la vez existen flujos económicos y políticos desterritorializados y globales que definen, muchas veces, al margen de la propia soberanía del Estado, temas que tienen que ver con la gestión y la administración de los recursos del Estado”


Un desguace así del Estado no se hace sin el apoyo del sector poderoso de los medios de comunicación y ahí también estuvo Clarín, y me refiero a ellos como represente de los poderes supraestatales que condicionan al Estado. Clarín también es cómplice de que hayamos llegado a un accidente como este, porque mientras el menemismo entregaba obscenamente las empresas públicas, Clarín cobraba su silencio con deuda del exterior a través de Goldman Sachs, con excelente calificaciones de Standars & Poor´s, publicadas en el Boletín Oficial del 15 de abril de 1999, que le posibilitó ingresar al negocio del cable, del cual hoy tiene el 47% y el otro tanto se reparte entre 700 empresas. Apropiarse de lo ajeno, es propio del Grupo, empezó con Papel Prensa, siguió con el innombrable, le cobró a la Alianza con la Ley de Radio y Televisión Sociedad del Estado y Duhalde pagó obedientemente la cuenta. Clarín nada dijo de la desaparición de pueblos enteros, del tejido social destruido, de miles de trenes que irían más rápido que los de ahora porque iban vacíos, sin laburantes no se detenían mucho en cada estación.

CZ: “El Estado, que debemos re estudiar, es el único lugar donde desde el bien común, se puede reparar, reconstruir, proteger, ayudar, promover, y por eso, esta revalorización de la política que ha sido clave en Argentina, tiene que ser la clave para cambiar el mundo”


GL: “Quiero por ello retomar el concepto de Estado. No porque en el Estado se concentre la política. Está claro que las experiencias sociales del continente, de Bolivia, de Argentina, del Ecuador, son experiencias que hablan de que la política excede al Estado, va más allá del Estado. Pero un nudo de   condensación del flujo político de la sociedad pasa en el Estado, y uno no puede dejar de lado al momento de materializar y objetivar una correlación de fuerzas sociales y políticas en torno al Estado”

Tenemos que pensar que el proceso de desorganización social que produjo esa desocupación, hoy lentifica el trabajo de quienes nos atrevemos a recomponer lo destruido. Pero para realizar esto compañeros, debemos participar políticamente, para fortalecer el respaldo a la gestión que está cambiando el Estado. “Si él no hubiera sacado aquel cuadro, yo no podría haber colgado todos estos” dijo la Presidenta en el Salón de los Patriotas Latinoamericanos de la Casa Rosada. Esto es igual, no se puede uno sin lo otro. Defender el Estado es hablar de las limitaciones que el Estado tiene, porque si creemos que todo lo puede, es meternos en religión y de eso no se discute. “En el mundo que viene, para el ejercicio de los más mínimos derechos laborales, sociales, sin el Estado, los más expuestos, los que más tienen para perder, son los que menos tienen” dijo Zannini y lo compartimos. Hacernos cargo del Estado es soportar los efectos de las décadas anteriores de gobierno.A militar para poder profundizar la gestión y que cada vez sean más los millones de argentinos felices.

Y por si alguno quiere más rojo:

Basta de combatir la crisis con el remedio que nos dan los que la provocaron. Esta crisis tiene una salida, que es la que se dio en la Argentina, sin transferir el ajuste al pueblo. Que paguen la crisis los que la provocaron y cambiemos las cosas para que impere la igualdad en el mundo.” Chino Zannini

domingo, 19 de febrero de 2012

Entrevista que me hicieron.

Los compañeros de COMARCASI  me entrevistaron en su programa, en las instalaciones de SUTERH. Agradezco difundan la entrevista porque tenemos que ser muchos para transformar la situación actual. Al difundirlo nos das una mano para organizarnos y transformar esto.



viernes, 17 de febrero de 2012

¿Estamos tan locos que necesitamos los manicomios?


Comparto una nota publicada en 1990 por Eugenio Raúl Zaffaroni, en la revista Desbordar, que transcribí del original.

¿Estamos tan locos que necesitamos los manicomios?
por Raúl Zaffaroni.

Una campaña antimanicomial, como cualquier emprendimiento que llame la atención sobre los derechos de personas consideradas "diferentes", no puede dejar de trazarse una táctica y, como primer requisito, analizar las dificultades que debe vencer. Esto requiere sinceridad, porque es la primera clave del éxito. Cualquier condescendencia consigo mismo, que lleve a pasar por alto dificultades, en definitiva es negativa para las personas por cuyos derechos se lucha.
Defender lo diferente, en este momento de la sociedad argentina, es particularmente difícil. Existe un alto grado de anomia, las reglas del juego parecen cambiadas y amplios sectores de la población no entienden las nuevas o bien, no hay reglas. La destrucción del aparato productivo y la falta de proyecto convocante provocan una sensación de debilitamiento de la comunidad. Los mensajes violentos, cortos, irracionales, pegan rápidamente cuando se proporciona un "chivo expiatorio", más por la necesidad de encontrar símbolos aglutinantes que por desencadenar una violencia efectiva, aunque corren peligro de desencadenarla. La televisión parece ser el principal agente de producción de esos mensajes. Ello obedece a que son breves, muy directos y por su vía emocional no requieren reflexión.
Lo diferente, sea lo que fuere, causa temor. Por otra parte, lo diferente rompe la "normalidad", porque puede plantear cuestiones a las que el ritualismo burocrático no sabe cómo responder. Se vuelve molesto para los controladores sociales y temible para casi todos, que se refugian en lo homogéneo, que da la seguridad de lo que se supone conocido y la previsibilidad de sus respuestas.
Si aunamos ambas consideraciones veremos que el primer riesgo que se corre es de que ambos factores coincidan negativamente y se produzca una identificación de lo diferente como chivo expiatorio del mensaje violento, favorecido por el temor y la molestia que genera. Esto puede conspirar contra el éxito de la campaña y, eventualmente, aunque la posibilidad es más lejana, generar violencia contra las personas que ven hoy afectados sus Derechos Humanos en los manicomios. En estas emergencias, las tendencias conservadoras no se definen por su simpatía por modelos o valores más o menos tradicionales, sino por su temor irracional ante todo lo diferente y por su afán homogenizador, es decir, que no se trata de "conservadorismo" sino directamente de autoritarismos igualador hacia abajo en cuanto a uso de las facultades críticas. No se trata, pues, de vérselas con un conservadorismo ideológico, más o menos discutible o razonable, sino con un conservadorismo policial, no porque lo ejerza la policía, sino porque la policización se generaliza, degradándose cada persona a policía de su prójimo, delatándolo por sus diferencias. Es el ataque más radical al derecho a la igualdad que presupone las diferencias.
Esto no debe detener una campaña, pero sí debe alertar sobre el peligro e impulsar a la búsqueda del modo de obviarlo.
Si el campo fértil de la resistencia es el temor a lo desconocido por diferente, lo primero será que lo diferente deje de ser desconocido. Lo desconocido no permanece en blanco en la construcción de la realidad, sino que se rellena con estereotipos. Lo primero, pues, será destruir los estereotipos, volver conocido lo desconocido, desbaratar los prejuicios y para ello es inevitablemente necesario valerse también de mensajes cortos y emocionales, aunque en este caso sean de contenido pacífico, de connivencia y no de odio. No se debe caer en el error de creer que el mensaje reflexivo y que apela a lo intelectual puede desmontar el estereotipo de lo diferente. A nivel individual y con personas dispuestas a hacerlo, por supuesto que ello sucedería, pero a nivel masivo y con operadores dispuestos a destruir todo lo racional, no es posible. Sólo muy lentamente se conseguirá lo contrario y como tarea más general y de todos. De momento y puntualmente, sería estrellarse contra un muro. No hay otro camino que mostrar lo desconocido y restregar sin piedad por el rostro de los profetas del odio, las injusticias, el dolor, las torturas, la muerte y, pese a todo, la respuesta de convivencia. Recién cuando se venzan los miedos podrán venir los discursos más reflexivos.
Esto haría perder el temor, que es el principal ingrediente de un posible rechazo, pero, por cierto que no hará que lo diferente siga siendo diferente y, por lo tanto, molesto. De allí que continuará vigente el otro de los factores de riesgo. Con ese habrá que vérselas en forma continua,  porque ya no depende de la táctica de la campaña sino de factores más amplios. No me cabe duda que una sociedad en la que lo diferente resulte molesto por lo imprevisible y que, ante esta posibilidad, prefiera policizarse contra lo diferente, tiende a mantener a las personas en un anónimo campo de inautenticidad muy potencializador de la angustia, en que las elecciones no son tales, sino fracasos "manieristas" de tentativas de autenticidad, brazadas de quién cuanto más se mueve más se hunde en el pantano pero, como siempre, a la larga, la profundidad de la angustia mueve a la autenticidad. No hay suicidios continentales, aunque haya fenómenos masivos de retraimiento de la razón. Pero esta es una realidad que los desmanicomializados tendrán que enfrentar, simplemente porque "afuera" también pasan estas cosas y, precisamente porque pasan, ellos están dentro ahora, porque de ese modo los de afuera reafirman su propia imagen de racionalidad. Por eso es difícil abrir las puertas del manicomio, porque sus muros no garantizan a los de fuera que somos "sanos" y "normales" y, sobretodo, "racionales". Más necesitamos mirar esos muros cuando la mala conciencia nos dice que no lo somos tanto o nos crea la duda. Nunca mayor es el maniqueísmo que en el momento de la duda profunda y lacerante. Esto también debemos tenerlo en cuenta y la única táctica es apelar a la profundización de la duda de los de fuera, hasta generar la afirmación por negación: no podemos estar tan locos como para necesitar esos muros.
Publicado en Revista Desbordar. Nº1. Noviembre de 1990. Taller de periodismo – Frente Artistas del Borda. Original aquí

"Testimonio sobre Winnicott, Lacan y mi propia trayectoria"

A continuación les dejo un extracto del texto de Maud Mannoni que da título a la nota y que pueden descargar en el enlace que encontrarán al final.




‎"El niño, su «enfermedad» y los otros" fue escrito durante los años en los que tuve como interlocutores privilegiados a Lacan y Dolto y —pronto también— a Winnicott y Laing. Algunos capítulos de este libro han sido objeto de un debate en el Instituto Psicoanalítico de Londres. En esa ocasión, Winnicott me expresó la pena que le causaba que los adolescentes psicóticos no pudieran, en sus mom
entos de crisis, encontrar un lugar en el cual delirar (sin que ese delirio sea interrumpido inmediatamente por una terapia farmacológica). Lo apenaba también que el analista estuviera tan poco preparado para aceptar la profunda crisis de un adolescente.
Él decía que nos preocupamos demasiado por sostener en pie, por reconducir a un sujeto que demanda una ruptura, que necesita existir en un primer momento en el rechazo. ¿Por qué —preguntaba él— hablan de "curar" cuando alcanza con "acompañar" a un ser en su profunda angustia?" 

‎"Winnicott denunciaba una práctica hospitalaria en la que el paciente estaba allí para la promoción universitaria del analista, promoción que no puede hacerse sin alumnos. El paciente sirve entonces como materia prima de la enseñanza. Peor si en medicina esta enseñanza puede servir al mejoramiento del paciente, sabemos que no es el
caso en psiquiatría, donde el paciente sirve a la reproducción de un saber de amo cuyo único efecto es el de alienar un poco más al sujeto" Maud Mannoni



Texto completo acá

lunes, 13 de febrero de 2012

La profesionalización del Acompañamiento Terapéutico o la repetición de la historia de Psiquiatras y Psicólogos.


Comparto con ustedes una entrevista que le hice a mi querida amiga Analice. 

Analice Palombini es una mujer que parece mucho más joven de lo que es. Por su frescura y su calidez en las respuestas, nos damos cuenta que estamos frente a alguien que ha trabajado mucho en la formación, ya que es muy clara en la transmisión de los conceptos. Es psicóloga, psicoanalista. Doctora en Salud Colectiva por la Universidad Estatal de Río de Janeiro. Docente del Instituto de Psicología de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, Porto Alegre, y Coordinadora del Programa de Acompañamiento Terapéutico en la Red Pública y miembro de la Asociación Psicoanalítica de Porto Alegre. Autora, junto a otros colaboradores, del libro “Acompañamiento terapéutico en la red pública: la clínica en movimiento” (UFRGS. 2004), en vías de traducción en Argentina. Dentro del marco del Congreso Internacional de AT que se llevó acabo en el BAUEN, del 10 al 12 de noviembre pasado, entrevistamos a una de las referentes del AT en Brasil, respecto a la profesionalización del AT como destino en la Argentina, lo que busca la Asociación de Acompañantes Terapéuticos de la República Argentina, contrariamente a lo que sucede en Brasil

¿Qué pensás de la profesionalización como destino del Acompañamiento Terapéutico (AT)?

De la forma como entiendo el AT y en el contexto de salud colectiva en que actúo, su profesionalización me parece un destino funesto, que va en contra de aquello que representa la potencia mayor de ese modo de hacer la clínica, la amplitud y la fluidez de su ejercicio; en contra de su modo movilizador e instituyente, que da paso a acontecimientos, movimientos, a la afectación por el otro, produciendo cambios de lugar, transformaciones.
Para mucho de nosotros en Brasil, el AT encarna una cualidad propia al trabajo en salud en el ámbito de la política pública de salud vigente en el contexto brasilero. Para el ideario que creo nuestro Sistema Único de Salud (SUS), la función del AT es una función colectiva, y su lugar es un lugar compartido por todos los profesionales de un equipo, es el lugar desde donde, en el encuentro genuino con el usuario, se puede producir un cuidado integral de la salud, que opera en el territorio de la vida de ese usuario y no en el espacio cerrado de la institución.
En agosto pasado se realizó en Sao Bernardo do Campo (Sao Pablo), un evento preparatorio, en respuesta a la convocatoria del Congreso que se realizó del 10 al 12 de noviembre en Buenos Aires: “Integraciones conceptuales hacia una profesionalización de nuestra práctica”. En dicha reunión estuvieron presentes, además del invitado argentino Gabriel Pullice (integrante de la comisión organizadora del congreso)  invitados de diferentes estados de Brasil: Rio Grande do Sul, Minas Gerais, São Paulo, además de la coordinadora de Salud Mental de la Prefectura de São Bernardo do Campo. En respuesta a la convocatoria, se escuchó decir a cada uno de los invitados brasileros que: “el AT es una función, no una profesión”; “puede ser ejercido por cualquiera, no por todos, sino por cualquiera que esté dispuesto a tanto”; “reglamentarlo como profesión es hacer perder la cualidad fluida, instituyente, de su ejercicio”; “tornarlo una especialidad es ir contra el esfuerzo a que nos llevó el ideario del SUS, de desmontar las especialidades a favor de los actos colectivos de salud”; crear el cargo de AT es depositar en un único profesional un modo de cuidado que debería atravesar al conjunto de profesiones y cargos implicados en el trabajo en salud mental: psicólogos, psiquiatra, técnico en enfermería, el director del servicio y la recepcionista” .
Esa posición que tiene que ver con la defensa de los principios y directrices del SUS y de la Reforma Psiquiátrica, no significa un lugar de menos valor al AT. Por el contrario. El AT es una práctica reconocida y reivindicada, por ejemplo, en las resoluciones de la última Conferencia Nacional de Salud Mental de Brasil, que es la instancia máxima de participación social en la formulación de directrices para la salud mental del país, que ocurrió el año pasado. Es incorporado como acción del campo de prácticas de residencias integradas multiprofesionales de salud mental. En Rio Grande do Sul, donde vivo, el AT es parte de la política de educación permanente de los trabajadores de la red de servicios, con fuerte inversión de la Escuela de Salud Pública Estadual, en la formación para el AT de trabajadores como agentes comunitarios de salud, reductores de daños, equipos de salud de familia, psicólogos, trabajadores sociales, enfermeros, entre otros. Y puede ser un cargo público, también, como lo es en algunos municipios, no muchos, que optan por ese camino; un cargo, en ese caso, de nivel medio (al que los interesados acceden por concurso público, esto es, una prueba de conocimientos específicos, sin necesidad de título, la formación se da en servicio). El AT comparece, además, como presupuesto, en la formulación de proyectos como el de los consultorios en la calle, para la atención de situaciones que incluyen uso de drogas. O sea, son muchos los modos de componer, en equipo, su ejercicio; son diversos los actores que pueden ejercerlo; y nosotros queremos preservar esa diversidad.

¿Encontrás diferencias entre el AT en Brasil y en Argentina? ¿Cuáles y a qué considerás que se deben?

Si comparamos las publicaciones brasileras sobre AT con la significativa producción argentina en torno al mismo tema, una diferencia rápidamente sobresale: el énfasis sobre la ciudad como forma de abordaje de la experiencia de acompañamiento, marcadamente presente desde los primeros libros brasileros y poco trabajados, hasta lo que  conozco, en los trabajos argentinos, más centrados en la psicopatología como vía a partir de la cual abordar el tema del AT. Es así que, después de la publicación en Brasil de la traducción del libro de Mauer y Resnizky, “Acompañantes terapéuticos y pacientes psicóticos”, en 1987, tenemos, en 1991 y 1997, respectivamente, la publicación de los dos primeros libros brasileros sobre AT, ambos organizados por el “Instituto A Casa”, que ejerció una influencia decisiva sobre todos los que se ocupan del AT en Brasil y que se llaman, el primero, “La calle como espacio clínico”, y el segundo, “Crisis y Ciudad”, trayendo ya en su título el tema de la ciudad y la calle.
Tal énfasis en la ciudad me parece tributario del movimiento que en Brasil, desde los años ochenta propulsa el proceso de reforma psiquiátrica brasilera, imprimiéndole la perspectiva desinstucionalizante y de vinculación capilar con la ciudad, que tiene origen en la propuesta basagliana, sin exclusión, pero no obstante, las influencias propias en el campo de la clínica psicoanalítica.
Eso constituye una segunda diferencia. Al lado del psicoanálisis –y más estrictamente del psicoanálisis lacaniano, como parecer ser el caso del campo del AT en Argentina-, en Brasil otras teorías clínicas también comparecen como herramientas para el ejercicio de esa práctica. Así, además del pensamiento de Lacan, nos encontramos también con las contribuciones teóricas de Winnicott y de Deleuze- Guatarri en la producción de conocimiento en AT, así como de la fenomenologia y de Reich y Jung (en menor número). También en el campo cognitivo conductual hay una producción sobre AT en Brasil, pero no necesariamente alineado con nuestra concepción de AT. Y, más allá del campo clínico, Foucault y Walter Benjamín son pensadores que contribuyen para la elaboración teórica de esa práctica. Esa diversidad teórica, creo que tiene que ver con la fluidez y movilidad de la función AT. Finalmente, otra diferencia es que, en Brasil, la profesionalización del AT no es un tema que nos ocupe, que todavía nos ocupe, sí, las estrategias de formación y los modos de su ejercicio, los cuales, sin embargo, vislumbramos como plurales. No nos movemos por la legalización del AT, sino por su legitimación como práctica operante, en especial, en los equipos de salud mental (y las estrategias que construimos para eso son múltiples). La ley que queremos defender y por la cual luchamos es la Ley del Sistema Único de Salud y la Ley de  Reforma Psiquiátrica, ambas en constante amenaza por las envestidas de los que ven la salud no como un derecho, sino como una mercancía.

"Mejor no hablar de ciertas cosas"

Mi amigo Hernán en la nota que me dedicó en Página/12, prefirió no hablar de los maltratos que viven los internos y de los que él es testigo, según me confirmó.
Una pena que como trabajador y militante de izquierda, no denuncie que "Yo mismo he visto en el Borda "eminencias desmanicomializadoras" en mi propio Servicio -que después van al Congreso de Madres a llenarse la boca de las experiencias en Trieste, los CAP de Brasil o Río Negro y además publican libros- "gozar" a los pacientes en entrevistas ríendose de sus delirios."









COMPARTO MI NOTA "BUENOS AIRES NO ES TRIESTE" PUBLICADA HOY EN SECCIÓN PSICOLOGÍA DE PÁGINA 12 EN BASE A DEBATE CON MI AMIGO Y COLEGA Santiago Gómez

www.pagina12.com.ar
El autor, psicólogo en el Hospital Borda, debate sobre la responsabilidad de profesionales y trabajadores de la salud mental es falso que no nos movilicemos por la transformación institucional e indaga las causas de la puerta giratoria, por la cual muchos pacientes externados vuelven a entrar.

 ·  ·  ·  · Eliminar del perfil · 9 de febrero a la(s) 10:39 · 


  • Santiago Gómez Her, te dejo un video que pubicaron mis amigos de Clarín. Escena que se repite en cuanto manicomio se te ocurra. ¿Cómo la explicás? http://www.clarin.com/sociedad/empleadas-hogar-filmadas-golpeaban-discapacitada_0_643135882.html

    www.clarin.com
    Una de ellas era la directora del Centro de Protección de Niñas, Niños y Adolesc...Ver más
    El Viernes a la(s) 12:07 ·  · 

  • Hernán Scorofitz 
    Ya me enteré ayer de esta aberrante noticia. Primero, me parece un tanto "excesivo" homologar los monovalentes como "manicomios" (quien lo afirme de manera certera me parece que nunca en su vida hizo clínica en un neurpsiquiátrico). Segundo, acciones detestables de maltrato a niños o personas con discapacidad (no solo pacientes psiquiátricos) se dan en prácticamente todas las instituciones, públicas y privadas, y en las veneradas comunidades terapéuticas de "puertas abiertas" ni te cuento. Si es por eso, cerrá absolutamente todo. Yo mismo he visto en el Borda "eminencias desmanicomializadoras" en mi propio Servicio -que después van al Congreso de Madres a llenarse la boca de las experiencias en Trieste, los CAP de Brasil o Río Negro y además publican libros- "gozar" a los pacientes en entrevistas ríendose de sus delirios. Cuando vuelvas de Brasil nos juntamos. Abrazo

    El Viernes a la(s) 12:15 · 

  • Santiago Gómez Bueno, ahora que está la ley, cuando veas maltratos, denunciá, sino cometés un delito. Abrazo grande.
    El Viernes a la(s) 12:18 ·